Ana Mercedes Vivas deja el legado de su madre, Maruja Vieira, en cada uno de sus versos. Vive y ve el mundo con la sensibilidad poética que aprendió a su lado y que, incluso en su ausencia, no la ha abandonado. Se conmueve con su entorno, la historia de su país y los recuerdos del hogar donde creció. A sus 65 años, sus ojos aún brillan con la maravilla de una niña.
En "Corazón de pájaro", su último trabajo, Vivas regresa a los orígenes de la poesía. Une música, canto y escritura en uno. Con la producción musical de Gabriel Cifuentes, retoma la tradición de los juglares que cantaban historias con sus voces. Entre los lentos acordes de guitarra y el timbre íntimo de la autora, los versos cobran vida. #eltiempo
